Es una asociación conformada por diversas instituciones que se creó a raíz de las inundaciones provocados por el llamado Fenómeno del Niño Costero en el año 2017, con la intención de atender las secuelas emocionales en una intervención psicoanalítica comunitaria.

Ante la emergencia de las inundaciones en el 2017, por iniciativa de la Sociedad Peruana de Psicoanálisis (SPP), se convocó a diferentes instituciones de orientación psicoanalítica con la finalidad de intervenir a través de un programa de voluntariado, en el que participaron estudiantes de último año de Psicología, egresados, psicólogos, psicoanalistas y psicoterapeutas.

Luego de la intervención ante el Fenómeno del Niño Costero, Psicólogos Contigo siguió trabajando en la elaboración de la experiencia, lo que permitió el desarrollo de estrategias de intervención y técnicas grupales, así como la intervención en otros proyectos relacionados a la prevención de la violencia contra la niñez, una línea de apoyo emocional durante la pandemia, entre otros.

El aporte desde la salud mental está centrado en facilitar espacios para elaborar el impacto emocional que generan muchas formas de violencia a la que está sometida gran parte de nuestra población, con la intención de promover vínculos que faciliten el desarrollo de la solidaridad y bienestar.

La participación de APPPNA en Psicólogos Contigo permite aportar en un esfuerzo común en conjunto con otras instituciones, para trabajar en una tarea orientada hacia la comunidad, brindando apoyo psicológico a una población que tanto lo necesita y que se encuentra en situaciones de vulnerabilidad, como es el caso especialmente de niños, niñas y adolescentes.

Tomando como base experiencias previas de intervención en emergencias como la caída de las torres gemelas en Nueva York, o del Cedapp ante el terremoto de Pisco en el año 2007, se pensó en ofrecer un espacio de elaboración de la experiencia traumática a niños y niñas de entre 7 y 12 años, para lo que se elaboró un cuaderno de trabajo: “Mi experiencia con los huaycos e inundaciones”.

 

Desde el año 2018 se está trabajando en un colegio Fe y Alegría de Pamplona Alta, ante la proliferación de casos de violencia sexual, física y negligencia hacia la niñez, y las dificultades para acceder a servicios de atención a la salud mental.

Con la llegada de la pandemia del coronavirus desde diferentes instituciones de Psicólogos Contigo se pensó en la manera de intervenir ante la emergencia. Una línea de primera ayuda psicológica que buscaba prevenir, contener la ansiedad y brindar sostenimiento a los consultantes, con la finalidad de promover que encuentren la manera de enfrentar la situación a partir de sus propios recursos. El grupo de voluntarios de APPPNA en la línea de escucha se mantuvo desde abril del año 2020 hasta diciembre del año 2021.

Este año se atendió el pedido de un grupo de religiosas que vive y trabaja en la zona alta de Pamplona, Nueva Rinconada, con señoras de las llamadas “ollitas comunes”, iniciativa no afiliada a ninguna institución que ofrece alimento muy básico a familias en extrema pobreza en una zona con alta incidencia de tuberculosis, violencia familiar, deserción escolar, consumo y venta de drogas que incluye a niños y niñas, con grave afectación a la salud mental en general.

Otro proyecto en el que se ha venido trabajando es el Proyecto Selva iniciado dentro de un servicio de atención médica itinerante de un barco que va brindando atención médica a diferentes comunidades asentadas a lo largo de ríos de la selva. En un primer momento se acordó trabajar con el equipo de profesionales de salud mental del barco, (capacitación y diseño de estrategias de intervención), y con los agentes comunitarios (capacitación y herramientas de apoyo que podrían implementar en sus comunidades. A mediano plazo, se considera la posibilidad de abrir una línea de escucha con una comunidad específica, a manera de intervención piloto.